top of page

Historias de creadores

Tres gestores culturales pamploneses proporcionan sus experiencias y su visión de la reactivación cultural y turística tras la pandemia en medio de las promesas de la “Economía Naranja”.



En Pamplona el arte palpita en los entresijos de su historia. Es la ciudad que acogió a grandes exponentes de la literatura colombiana como Jorge Gaitán Durán o Eduardo Cote Lamus, así como preserva el legado del artista Eduardo Ramírez Villamizar, por dar algunos ejemplos contemporáneos.


Entre sus montañas subyace una riqueza natural muchas veces ignorada por sus habitantes y las casas más antiguas guardan relatos que merecen ser contados.


Por esa razón presentamos tres entrevistas en audio que brindan una perspectiva del quehacer cultural desde sus protagonistas, las dificultades que afrontaron durante las etapas más crudas de la crisis sanitaria causada por el COVID-19 y su propia reflexión sobre la implementación de la política ‘naranja’ del gobierno actual durante los últimos cuatro años.


“Me caía gorda la economía naranja”: Fabián Basto


Que un artista combine su habilidad creativa con la capacidad de gestión para sostener sus iniciativas se convierte en una necesidad en épocas donde las fuentes de recursos escasean.


Fabián Basto (centro con la cámara en las manos), diseñador gráfico de la Universidad de Pamplona, reúne ambas cualidades pues lidera dos colectivos simultáneamente: uno dedicado al teatro llamado Ataraxia y el otro llamado Sensorama, orientado a la formación en artes escénicas a población infantil con discapacidad auditiva, cognitiva, física y múltiple.


En esta entrevista Basto subraya sus principales logros con ambos grupos, qué tropiezos ha debido enfrentar para mantenerlos a flote y cómo cree que la formalización de las iniciativas culturales en la mayoría de los casos permite el acceso a mejores oportunidades.



“La idea es buena, pero no todas las entidades culturales están de acuerdo con este tema”: José Ricardo Becerra


Este 2022 se conmemora el centenario de nacimiento del maestro Eduardo Ramírez Villamizar, que pueden apreciar en esta nota de nuestro especial Y a José Ricardo Becerra, quien ha hecho parte del equipo del museo en los últimos dieciséis años -los cuatro últimos como su director-, asume la tarea de homenajear la obra del reconocido artista pamplonés.


Llegar a este punto es fruto de su tenacidad y al mismo tiempo de su claridad sobre el propósito que debe cumplir un museo en la vida de una ciudad.


En su relato Becerra nos explica en qué consiste su labor, cómo sortearon la pandemia siendo una de las instituciones más golpeadas por la crisis económica ocasionada y su visión a futuro sobre la atención que debe ofrecer el gobierno a las principales necesidades de los emprendimientos culturales.




“Para que las empresas de turismo puedan sobrevivir hay que monetizar el factor cultural”: Eduardo Hernández Afanador.

Reza la sabiduría popular que “Dios da las peores batallas a sus mejores guerreros”. Y en el caso de la historia de Eduardo Hernández Afanador (segundo en la imagen de izquierda a derecha), gerente de la empresa Saris, Viajes, Turismo y Aventuras, se aplica perfectamente.


Este emprendimiento nació en medio de circunstancias difíciles, como lo escucharán en el audio. Pero el desarrollo de un agudo olfato para los negocios, un análisis de la oferta turística en la región y una persistencia a prueba de todo facilitaron la creación de su actividad comercial que ya cumple seis años.


Hernández habla de la ‘reinvención’ que se promovió casi al nivel de un mantra en medio del rigor de la pandemia, las complicaciones para articularse entre los diversos actores del sector en la ciudad y la necesidad de un mejor entendimiento con el gobierno local.



Fotos Fabián Basto y Eduardo Hernández, cortesía de los entrevistados desde sus páginas de Facebook del Colectivo Teatral Ataraxia y Saris Viajes, Turismo y Aventuras.


Foto José Ricardo Becerra tomada por Juan Carlos Bermúdez.



bottom of page