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Un color para el olvido

La Economía Naranja tenía buenas intenciones, pero chocó con realidades insalvables ¿Sobrevivirá en el próximo gobierno?


Ya se puede afirmar que la expectativa de ubicar a las industrias culturales y creativas como un motor importante de la economía del país durante el gobierno del presidente Iván Duque no se cumplirá de acuerdo a lo proyectado.


Los postulados que el ahora mandatario consignó junto a su ex viceministro naranja Felipe Buitrago en la obra “Economía Naranja: Una Oportunidad Infinita”, publicado durante su paso por el Banco Interamericano de Desarrollo en el 2013, se convirtieron en un tratado de buenas intenciones, pero desconectados de nuestra realidad.


Con la consigna de “exprimir la naranja”, el tema quedó incorporado en el Plan de Desarrollo 2018-2022, comprometiéndose a pasar del 2,9% a un 5,1% en el aporte del valor agregado de los sectores culturales a la economía, una meta bastante ambiciosa.


Esa visión empresarial de la cultura que cobijaba la estrategia no cayó muy bien desde el primer momento. Uno de los puntos más cuestionados fue el complejo proceso de diálogo adelantado con representantes del sector cultural, como lo recogió en su momento la revista Arcadia


A esa circunstancia se sumó la inconveniencia de centralizar los esfuerzos de articulación de la política desde el Ministerio de Cultura. Para Luis Eduardo Arango, ex director de Crédito Público, “se creó más confusión pues este ministerio no se asocia propiamente con la creación de valor económico sino cultural”. Él sugirió que el Ministerio de Industria y Comercio era el líder más apropiado para ejecutar la tarea.


Desde luego se implementaron algunos avances como sistemas de seguimiento al esquivo movimiento cultural del país a través del DANE, diversos canales de financiación de iniciativas y la apuesta por las Áreas de Desarrollo Naranja, que combinan la creación y/o recuperación de infraestructura con propósitos de encuentro y difusión de expresiones artísticas.


Adicionalmente hay que reconocer que en este gobierno se aumentó de manera significativa el presupuesto anual otorgado a la cartera de Cultura. De $340.000 millones que recibió en el último año del mandato de Juan Manuel Santos en el 2021 se destinó una partida de $440.000 millones, cifra reseñada en su momento como “histórica”.


¿Todo ese esfuerzo rindió frutos? La pandemia representó un duro golpe a toda la economía, con el consiguiente efecto en los emprendimientos y empresas culturales obligadas a cerrar espacios o despedir personal, entre otras consecuencias. El Gobierno Nacional reaccionó con un paquete de medidas para paliar el drama, pero como reseña el portal La Silla Vacía la situación afectó el desempeño de las metas trazadas, cuyos resultados se catalogaron como “modestos”.


Posiciones críticas de todas las vertientes aseguran que definitivamente el mensaje no conectó con el grueso de los gestores culturales, muchos de ellos trabajadores por cuenta propia, como artesanos, guías turísticos o profesionales de las artes escénicas, por ejemplo. Personas a las que les solicitaban el cumplimiento de requisitos fuera de su alcance para acceder a financiación o ayudas.


La ciudad de Pamplona no escapó a ese galimatías de convertir a creadores en empresarios en un dos por tres. Aunque se impulsó la formalización, aún son muchas las brechas que la economía naranja no logra solventar, hecho que seguramente es similar en varias zonas del país. Eso sin contar el particular contexto en el que se desenvuelven las regiones y los desafíos que plantea el progresivo retorno a la “nueva normalidad”.


Germán Rey, analista experto en temas culturales, mencionaba para la revista Arcadia que “ni todo lo cultural tiene el interés, la vocación o las posibilidades de convertirse en industrial, ni todo lo cultural existe en la perspectiva de la comercialización y la pervivencia en el entorno de los mercados”. Nada más atinado.


Si el rumbo que tomó la cultura en este gobierno representa una oportunidad perdida, entonces es momento de escuchar las propuestas que los actuales candidatos al Congreso de la República y la Presidencia presentarán para corregir el camino, sin desconocer los avances logrados, pero con la misión de lograr una mejor comprensión de la formalización empresarial que no choque con los aspectos más intrínsecos de nuestra identidad cultural que, simplemente, no se pueden comprar.


Juan Carlos Bermúdez

Creador del especial "¿Cultura Naranja?"


Duque, I. y Buitrago, F (2013) “Economía Naranja: Una oportunidad infinita”. Banco Interamericano de Desarrollo. Publicado en https://publications.iadb.org/es/la-economia-naranja-una-oportunidad-infinita Consultado el 25 de febrero de 2022


Bases Plan de Desarrollo 2018-2022 https://colaboracion.dnp.gov.co/CDT/Prensa/BasesPND2018-2022n.pdf pp. 725-757 Consultado el 25 de febrero de 2022


Arango, L. (2019) ¿Economía Naranja? Publicado en Diario Portafolio https://www.portafolio.co/opinion/luis-eduardo-arango/economia-naranja-columnista-535965 Consultado el 25 de febrero de 2022.


Revista Semana (2020) Ministerio de Cultura tendrá el presupuesto más alto de su historia en 2021. Publicado en https://www.semana.com/economia/articulo/cuanto-sera-el-presupuesto-para-cultura-en-colombia-en-2021/303522/ Consultado el 25 de febrero de 2022.


Rey, G. (2019) El sabor de las naranjas (o la preocupación por que resulten agrias) Revista Arcadia. Ed No 161. 28 de marzo 2019. Publicado en https://www.semana.com/agenda/articulo/el-sabor-de-las-naranjas-o-la-preocupacion-por-que-resulten-agrias/73513/ Consultado el 25 de febrero de 2022.

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